Edgar Gómez
El humo se esparcía por toda la habitación de Juventino. Cigarro a cigarro se iban consumiendo sus pensamientos, sus sentimientos y quizás alguno que otro ideal de juventud. De esos ideales que exaltan la soberbia de quien los abandera y hacen pensar que los problemas del mundo se resuelven con una actitud revolucionaria o como diría su abuelo “actitud echada pa’ delante”.
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